El pasado domingo, se llevó a cabo el segundo debate presidencial rumbo a las elecciones del 2 de junio, donde los tres candidatos abordaron temas cruciales para el país, tales como crecimiento económico, empleo e inflación; infraestructura y desarrollo; pobreza y desigualdad, y cambio climático.

El encuentro tuvo lugar en los Estudios Churubusco, al sur de la Ciudad de México, donde cientos de simpatizantes de todos los partidos políticos recibieron a sus candidatos. A pesar de la agenda establecida que incluía responder ocho preguntas de ciudadanos, los asistentes se desviaron en repetidas ocasiones para lanzar ataques entre ellos.

En las primeras intervenciones, Xóchitl Gálvez dirigió su mensaje a las clases medias, prometiendo poner fin a la extorsión y al cobro de piso en el país. Además, acusó a Claudia Sheinbaum de pertenecer a un partido que, según Gálvez, rinde culto a la Santa Muerte.

Por su parte, Claudia Sheinbaum insistió en abordar dos proyectos, el del pasado y el de la transformación, mientras acusaba a Gálvez de utilizar su cargo como titular de la Comisión Nacional de los Pueblos Indígenas para fines personales.

El primer enfrentamiento entre las candidatas ocurrió cuando Gálvez acusó a Sheinbaum de pertenecer a un "narcopartido", a lo que la candidata morenista respondió señalando al gobierno de Calderón del PAN como el único "narcogobierno" que ha existido.

Jorge Álvarez Máynez no se quedó atrás y lanzó señalamientos contra ambas candidatas por el "derroche" de recursos durante las campañas y sus acciones de gobierno. Agradeció especialmente a los niños y jóvenes por su apoyo y centró sus ataques en Xóchitl Gálvez, señalándola por el "Cártel Inmobiliario" y criticando sus iniciativas como senadora. Además, mencionó comentarios previos de Gálvez sobre la cultura laboral en Chiapas y llevó al debate el nombre del expresidente Vicente Fox.

Entre sus propuestas, Álvarez Máynez planteó aumentar el salario mínimo a 10 mil pesos, garantizar una jornada laboral digna y mantener el modelo de gobierno similar al que Movimiento Ciudadano tiene en Nuevo León y Jalisco. Además, hizo referencia a la contienda en la Ciudad de México, asegurando que ni el "Cartel Inmobiliario" ni Clara Brugada ganarían, sino Salomón.

El segundo debate presidencial no solo fue un espacio para presentar propuestas, sino también para el intercambio de acusaciones y confrontaciones entre los candidatos, dejando claro que la contienda electoral está más reñida que nunca.